Con una apariencia a medio camino entre un apio y una acelga pero de color rosado, el ruibarbo es una hortaliza bastante desconocida en nuestras latitudes, aunque muy popular en el Reino Unido.
Se trata de un vegetal originario de Asia del que se aprovechan los tallos, firmes y de color rosa fucsia, mientras que las hojas se deben desechar, porque son tóxicas. Su sabor es ácido, motivo por el que se cuece y se suele servir en postres, con azúcar, para rebajarlo, aunque también aparece en platos salados.
Ruibarbo
Valor nutricional (por 100 gramos)
Calorías: 21 kcal
Carbohidratos: 4,5 g
Fibra: 1,8 g
Magnesio: 12 mg
Vitamina C: 8 mg
Potasio: 288 mg
Como el apio, se trata de una hortaliza con muy pocas calorías, la mayor parte de su composición es agua, por lo que es indicado para personas que quieren perder peso. También destaca por su riqueza en fibra, de modo que ayuda a regular el tránsito intestinal.
Por su escaso contenido en colesterol es un alimento que contribuye a proteger los vasos sanguíneos de la aparición de enfermedades cardiovasculares y gracias a la presencia de vitamina C permite absorber el hierro, mineral que también aparece al analizar el valor nutricional del ruibarbo.
Además, estos tallos rosas contienen calcio, básico para mantener huesos y dientes fuertes, y potasio, que ayuda al organismo a recuperarse tras un esfuerzo físico.
La vitamina C también actúa como antioxidante, previniendo el envejecimiento celular. Y del ruibarbo tradicionalmente se han resaltado sus cualidades para favorecer una buena digestión, además al sistema digestivo a recuperarse tras un episodio de gastroenteritis.
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