Código gris en Paz de Ariporo, Casanare, una forma de atención oportuna y digna a las víctimas de la violencia
Fecha de publicación: 2012-08-03
Con la esperanza de realizar un trabajo que diera sus frutos a favor de la comunidad y que aportara de manera significativa a la resolución de problemas sentidos en esta región del país en materia de violencia, arribó a Paz de Ariporo, hace cuatro años, la médica Marcela Alejandra Monroy Avendaño, una joven profesional egresada de la Universidad San Martín, quien gracias a su conocimiento medico adquirido durante el año rural que realizó en el departamento de Casanare, y posteriormente como Jefe de la Unidad Básica de Medicina Legal, encontró su verdadera vocación de servicio a la sociedad.
Sin duda para esta novel profesional de una de las ramas de las ciencias humanas, considerada por algunos como la más sacrificada y altruista, sus principales aliados para alcanzar las metas que se ha propuesto son su juventud, su sensibilidad social y el gran amor que siente por su carrera, entendiendo ésta como una forma de servicio a la comunidad en la que no caben las ambiciones personales, el egoísmo, la discriminación, y todos aquellos antivalores que van en contravía de la concepción humanista de la medicina como son la lucha por la preservación de la vida de las personas, la generosidad, el altruismo, la solidaridad y la lucha permanente por brindar a la humanidad posibilidades de condiciones de vida dignas y justas en procura de una convivencia humana pacífica.
Estas motivaciones han sido para la Jefe de la Unidad Básica de Paz de Ariporo, elementos sustanciales para lograr una ordenada, coherente y fructífera comunicación con quienes son responsables de dirigir los estamentos gubernamentales encargados de luchar contra el fenómeno de la violencia en esta parte del país y concretar en un trabajo serio y digno de resaltar, formulas que coadyuvan a que los procesos de abordaje de hechos violentos por parte de peritos, policía judicial, jueces y demás auxiliares de la justicia, incluyendo también a la comunidad, no den lugar a la revictimización de quienes han sido objeto de agresiones físicas que afectan la salud y la dignidad de las personas.
UN CODIGO PARA LA VIDA
Este trabajo en el que se diseña una estrategia de abordaje a víctimas de lesiones no fatales y principalmente de quienes han sido objeto de presuntos delitos sexuales, una de las maneras violentas que registra mayor auge en el norte del departamento de Casanare, según la Dra. Monroy Avendaño, se denomina "Código Gris" y se caracteriza por "ser una herramienta de trabajo en la que todas las instituciones aportan su granito de arena para evitar la revictimización secundaria y terciaria de las personas que han sido victimas de algún tipo de delito sexual".
La construcción de esta alerta medico-forense, se logró gracias a la visibilización que de los diferentes fenómenos violentos se han observado en los consejos extraordinarios de seguridad y en reuniones realizadas a través de la red del buen trato, en la que entidades como la Fiscalía, CTI, SIJIN, Comisaría de familia, Policía, ICBF, entre otros organismos, comparten información y consecuentemente se adoptan políticas para que sean puestas en marcha por las autoridades competentes como la Alcaldía y la Secretaría de Gobierno local, señala la Jefe de la Unidad Básica de Paz de Ariporo.
Este "Código Gris" dada su importancia en el abordaje medico-forense y los resultados positivos que ha demostrado en la práctica medicolegal en el municipio de Paz de Ariporo, ha tenido eco en la administración municipal, ente territorial que lo adoptó por decreto a través de la Red del Buen trato en el 2009 y actualmente hace parte de los procedimientos obligatorios a seguir por parte de todas las personas involucradas en el conocimiento de un caso forense, especialmente cuando tiene que ver con delitos sexuales.
a su vez asegura que la implementación de esta nomenclatura idealmente debe asumirse a nivel nacional, de la misma forma y con la misma importancia como se hace cuando se notifica un código azul en los centros hospitalarios y como lo han enseñado desde la academia.
RESPALDO INSTITUCIONAL
Este modelo de atención a víctimas fue expuesto por la Jefe de la Unidad Básica, al Director General del Instituto, Dr. Carlos Eduardo Valdés Moreno, quien consciente de la trascendencia e importancia del mismo, le ofreció todo el respaldo institucional para que sea conocido a nivel nacional, utilizando para ello la infraestructura académica y de docencia que posee el Instituto a través de la Escuela de Medicina Legal y Ciencias Forenses. En este sentido, afirmó la profesional, "el Director General nos ha brindado todo el apoyo para difundir y que conozcan todo lo relacionado con el código gris y buscar así su acoplamiento en las grandes ciudades, contando con el apoyo de los directores de los hospitales, pues con ellos es muy importante sensibilizar esta temática para asegurar el éxito del mismo".
Un buen comienzo para lograr irradiar este conocimiento, lo constituye el Decimosexto Congreso Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, próximo a realizarse en la capital de la república, evento académico donde la Dra. Marcela Alejandra expondrá, en la modalidad de posters, lo relacionado con la temática que trata el "Código Gris", sus alcances y aportes para el trabajo medicolegal y forense, a partir de su experiencia laboral en una de las regiones que en antaño fue conocida como una de las más violentas por los constantes enfrentamientos entre grupos paramilitares, de guerrilla y demás actores del conflicto interno colombiano.
En esencia podría decirse que el trabajo de la referencia adquiere especial importancia toda vez que se realizó y ejecutó en una región que hasta ahora está superando la fase crítica del postconflicto, y por tal razón con aportes como el que realiza la Dra. Monroy Avendaño, en colaboración con los demás entes gubernamentales de la región, se avizora un futuro más benigno para la comunidad que sufre los embates de la violencia a la que a partir de este modelo de atención se le respetan los derechos constitucionales a la intimidad, el trato digno y la atención pronta, reservada y acuciosa de las entidades del Estado, que tienen como una de sus funciones primordiales atender dignamente a todos los ciudadanos.
