Reflexiones en y para la enseñanza de la historia de la ética (2024)

Artículos

Artículos originales

Reflexiones en y para la enseñanza de la historia de la ética *

José EribertoCifuentes Medina**

Jaime AndrésTorres Ortiz***

1Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Colombia

2Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Colombia

Resumen

El proceso de enseñanza-aprendizaje de la ética como disciplina, que en la actualidad se torna complejo por la pérdida de sentido y significado, se ha de recuperar en los niveles educativos en busca de escenarios posibles a partir de la didáctica y la pedagogía desde el aula de clase como espacio de reflexión sistemática de contenido y la posibilidad de la praxis que de paso se ha de entrelazar con su devenir histórico. También en el estudio de la ética en su contexto general y a la base de sus principios, así como en su historia como elemento fundante. La preocupación de los docentes en los diferentes niveles del sistema educativo por la ense­ñan­za de la ética ha sido y es continua, y para el presente caso de investigación se ha diseñado una propuesta que se aborda en el proceso de enseñanza de la ética en la educación superior en pre­grado. La investigación desde el aula de clase busca resolver problemas de conocimiento para la enseñanza de la ética: sus alcances, limitaciones, retos, desafíos, conceptos epistemológicos y pragmáticos. La experiencia de enseñanza de la ética está en doble sentido dialógico y sistemático, desde la norma y los lineamientos hasta el análisis de las vivencias y se centra en la enseñanza de su historia.

Palabras clavehistoria de la ética; enseñanza-aprendizaje

Abstract

The teaching-learning process of ethics as a discipline, which at present time becomes complex due to the loss of sense and meaning, has to be recovered in educational levels in search of possible scenarios based on didactics and pedagogy from the classroom as a space for systematic reflection of content and the possibility of praxis that has to be intertwined with its historical evolution. In the study of ethics in its general context and the basis of its principles, also its history as a founding element. The concern of teachers at different levels of the education system for the teaching of ethics has been and is continuous, and for this research case a proposal has been designed that is addressed in the process of teaching ethics in undergraduate superior education. Research from the classroom aims to solve knowledge problems for the teaching of ethics: its scope, limitations, challenges, epistemological and pragmatic concepts. The experience of teaching ethics is in a dialogical and systematic double meaning, from the norm and guidelines to the analysis of experiences and it focuses on the teaching of its history.

Keywordshistory of ethics; teaching-learning

Resumo

O processo do ensino/aprendizagem da ética como disciplina, que na atualidade torna-se complexo pela perda de sentido e significado, deve-se recuperar nos níveis educativos em procura de cenários possíveis a partir da didática e a pedagogia desde a sala de aula como espaço de reflexão sistemática de conteúdo e a possibilidade da práxis que permite entrelaçar com seu devir histórico. No estudo da ética no contexto geral e a base dos seus princípios, também sua história como elemento fundante. A preocupação dos docentes nos diferentes níveis do sistema educativo pelo ensino da ética tem sido e é continua, e para o atual caso de pesquisa tem se desenhado uma proposta que se aborda no processo de ensino da ética na educação superior na graduação. A pesquisa desde a sala de aula procura resolver problemas de conhecimento para o ensino da ética: seus alcances, limitações, desafios, conceitos epistemológicos e pragmáticos. A experiência do ensino da ética está em duplo sentido dialógico e sistemático, desde a norma e as diretrizes até a análise das moradias e se foca no ensino da sua história.

Palavras-chavehistória da ética; ensino-aprendizagem

Introducción

Los recursos para la enseñanza de la historia de la ética son importantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje durante la educación básica primaria, secundaria y media vocacional, según la Ley 115/1994, de 8 de febrero, por la cual se expide la ley general de educación. Entre las asignaturas obligatorias y fundamentales está la Educación Ética y Valores Humanos (art. 29).

En la perspectiva de la experiencia, abordar la historia de la ética desde la óptica constructivista en pro de la construcción de recursos didácticos para que la enseñanza y el aprendizaje sean más afables, pero, ante todo, más cercanos y familiares para el docente y el estudiante, de manera que no solo contribuya al desarrollo de un plan de estudios preestablecido, sino que también aporte a la formación del ser humano sujeto racional y al desarrollo del pensamiento creativo, metódico, razonado, ordenado, abstracto, meditativo, deliberativo, al igual que a una formación sólida como persona y para vivir en sociedad.

El propósito de este artículo es hacer un recorrido por las cuatro grandes épocas de la historia, teniendo como eje fundamental y columna vertebral la ética y su constitución, aportes y autores en cada aparte de la línea del tiempo. El recorrido desde la época antigua, pasando por la medieval, moderna y llegando a la contemporánea, permitirá dilucidar la importancia de esta para la sociedad humana.

Historia de la ética en la edad antigua y medieval

Los postulados de la ética en la edad antigua a partir del mundo homérico conlleva revisar la ética desde sus orígenes a fin de consolidar los planteamientos que han perdurado a lo largo del tiempo y otros que han quedado solo en la cultura de origen y también que se han proyectado a otras épocas y culturas.

Generalidades de historia de la ética antigua y medieval

Después de analizados los elementos fundantes de la ética en los subtemas del tema uno, nos corresponde estudiar cómo muchos problemas cobraron expresión en las diversas doctrinas o teorías éticas que los filósofos y pensadores fueron desarrollando a lo largo de la historia. Como criterio sencillo para estudiar las doctrinas éticas, es la clasificación histórica, dividida en cuatro grandes épocas: antigua, medieval, moderna y contemporánea (tabla 1).

A lo largo de la historia, se han propuesto diversos modelos éticos que han intentado dar respuesta a la pregunta ¿cómo ser feliz? Pues la felicidad siempre ha sido entendida como el bien último al que está llamada la existencia humana. Esta respuesta se ha intentado dar desde varias perspectivas fundamentales, sin que ellas agoten el extenso campo que puede estudiar la ética.

El estudio de la ética en las diversas épocas de la historia permite evidenciar la consolidación del pasado, presente y futuro de la aplicación de la ética. También se ha tomado el término “ética” para designar los aspectos relativos al buen obrar de las personas dentro de su profesión. El estudio de la historia de la ética permite comprender su desarrollo histórico desde los planteamientos, postulados y autores, al igual que ser estudiada dentro de cada carrera, dado que cada profesión tiene una ética particular y cada profesional debe responder y comportarse como una persona ética dentro de su campo laboral.

Tabla 1.Épocas de la historia

Fuente: Elaboración propia según Escobar (2000).

Historia de la ética en la edad antigua

En el desarrollo histórico de la humanidad, se resalta la división por épocas: antigua, me­dieval, moderna y contemporánea; ahora se estudia y reflexiona en la primera cuando se resalta la preocupación por el comportamiento humano; no brota de la reflexión, del pensamiento que interpreta la experiencia, sino que se solidifica en las obras y en la actividad de los hombres. En la edad antigua, se vislumbra la ética desde varias perspectivas: el mundo homérico, los sofistas y Sócrates, Platón, Aristóteles y la ética de la polis, los estoicos, Epicuro y su jardín.

En la perspectiva del mundo homérico, se proyecta el ethos en relación con somos lo que hacemos como resultado de obras sancionadas por un cierto valor, una cierta utilidad para facilitar la convivencia: armonía de tensiones opuesta, en busca de conjuntamente destensar su oposición. La escritura se convierte en una aliada de la ética, como sucede en la Ilíada y la Odisea como riqueza de comprensión del ethos.

En la relación con los sofistas como hombres cultos y propagadores de la cultura, “en la vida práctica y en el cultivo del arte, conscientes de que las cosas sensibles son modificadas y transformadas por la actividad humana, así también el contenido del espíritu, lo mentado, lo conocido, es removido de un lado para otro y se toma objeto de la atención, y esta atención se torna interesante por sí” (Camps, 2002, p. 35). Entre los sofistas más destacados, están Protágoras, Gorgias, Pródico, Hipias, Trasímaco, Antifonte y Critias, quienes con su perspectiva filosófica han consolidado principios y planteamientos en relación con la ética (tabla 2).

Tabla 2.Historia de la ética en la antigüedad

Fuente: Elaboración propia según Camps (2002).

La historia de la ética griega se da, en primer lugar, con los sofistas o sabios y, luego, con Sócrates, periodo conocido como antropología de la filosofía griega, y su pensamiento se caracteriza por su rechazo a la tradición cosmológica y su interés por el hombre. En los presocráticos, la ética es todavía incipiente, ya que se interesan preferentemente por investigar la realidad física o natural.

La ética en la edad antigua, como se evidencia en la tabla 3, permite confrontar el inicio de la preocupación del hombre por preguntarse por el hombre. Sócrates indica en una de sus frases célebres “conócete a ti mismo”. La frase permite que se haga un análisis del hombre a sí mismo, que se puede considerar como punto de inicio de la ética en relación con el hombre como ser racional y diferente de los demás seres de la naturaleza, que no necesitan comportarse de manera ética o moral ante los demás, sino que su existencia está demarcada por su instinto de supervivencia.

Tabla 3.Historia de la ética en la Edad Media

Fuente: Elaboración propia según Camps (2002).

Historia de la ética en la Edad Media

En el recorrido de la historia como un elemento de retrospección de varias generaciones, se destaca en la cultura occidental el cristianismo y la filosofía moral cristiana, la cumbre de la Edad Media, la ética protestante, el humanismo y la ética y la filosofía en el Renacimiento: Maquiavelo y las utopías.

El cristianismo representa una etapa decisiva en la historia del pensamiento humano. Su importancia radica en que trae consigo una nueva concepción del hombre y del mundo. En sus orígenes, el cristianismo no es una filosofía, es solo una religión distinta de todas las anteriores procedente del judaísmo; una religión revelada por Dios y, por consiguiente, la única que pretende

encerrar la verdad absoluta; una religión frente a la cual las demás no son sino manifestaciones espurias. Lo que pude llamarse ética cristiana es bastante complejo, el cristianismo comprende una diversidad de interpretaciones […], lo imprescindible de la ética cristiana es la creencia en un ser divino (Dios), que es el garante de la virtud y la perfección. (Escobar, 2000, p. 155)

En la patrística, y como principal representante de los padres de la Iglesia, san Agustín, cuya ética está inspirada como todo su pensamiento en la filosofía platónica; su imperativo ético fundamental es “ama y haz lo que quieras”. La ética de santo Tomás se encuentra especialmente en las dos divisiones de la segunda parte de la Suma teológica y en el libro tercero de la Suma contra los gentiles en la que toca problemas éticos relativos al fin y los valores morales, a la obligación y a la conciencia. Todos los seres tienen un fin prefijado: el objeto propio de la voluntad es el fin y el bien; por consiguiente, todas las acciones humanas, necesariamente, se ordenan a su fin y el ser se perfecciona en busca de su fin natural, lo que acarrea la felicidad, y como bien o fin último del hombre es Dios.

Principales modelos de la ética en la edad antigua y medieval

Son innumerables los sistemas y modelos éticos elaborados a lo largo de la historia. Al estudiar diferentes modelos éticos, se amplía en el estudio de diversos filósofos, pensadores, se encontrarán planteamientos diferentes, algunos enfrentados y quizá se terminará por comprender la ética como un polifacético abanico de teorías sobre la moralidad (tabla 4).

Tabla 4.Principales modelos éticos

Fuente: Elaboración propia según González (2003) y Suárez (2003).

La ética se asimila a obrar con honestidad, con rectitud y con compromiso, o a obrar con y en justicia, o lo que es lo mismo de acuerdo con las leyes. Santo Tomás desarrolla la teoría de las virtudes dentro de la teología cristiana. En este contexto, él habla de las virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. Según este planteamiento, por medio de estas virtudes, las personas logran superar sus apetitos sensibles y comienzan un camino de perfección que las conducirá a su fin último que es Dios, fuente de toda felicidad.

Los modelos éticos permiten impulsar los procesos educativos formales e informales, de los niños y jóvenes de manera particular, nos llevan a tener fe en la construcción de las ciudades y de la vida comunitaria en las áreas rurales y urbanas, desde una perspectiva ética; ganar en confianza en las actividades formativas de los ciudadanos es ganar personas de bien para el progreso personal y social, en pro de una sana y correcta convivencia entre los seres humanos.

Los modelos éticos, no solo son doctrinas o corrientes de pensamiento, sino que han de trascender en la ética ciudadana al reconstruir el saber práctico que permite afinidad a un sentido común para todos los ciudadanos; nos permiten reconocer que nuestras acciones son parecidas a las de los otros y que en la pluralidad puede haber un verdadero encuentro. El reconocimiento de un pluralismo razonable, en lugar de los absolutismos tradicionales, de la información, de la tecnología, de la identidad cultural, del contrato según las mayorías, de acuerdos mínimos, permite crear ciudad, fortalecer el sentido de la participación y enriquecer la interacción social.

El ser humano, y más en la condición de estudiante universitario, está llamado a estudiar los modelos éticos pero aplicarlos en la corresponsabilidad en los proyectos comunes y la responsabilidad social que nos compete. Reconocer la posibilidad de ejercer todas las ciudadanías es un primer paso; de hoy en adelante, la acción diaria, la unidad de vida, que es en realidad la unidad debida, el compromiso real con nosotros, y con los demás, la posibilidad de aplicar la regla de oro: “No hagas a otro lo que no deseas para ti”.

Historia de la ética en la Edad Moderna y Contemporánea

A lo largo de la historia, y en las diferentes culturas, las personas siempre han buscado una forma específica de orientar su vida, de realizar la misión a la que se sienten llamados en el mundo o desarrollar lo que consideran que es su vocación. En este sentido, se han presentado diversas propuestas que permiten orientar las acciones humanas, por lo que se puede establecer con claridad que una es mejor que la otra, pues esto depende de los contextos y de las situaciones particulares de la vida. Así, cada persona debe ponderar las diferentes formas de vida y las distintas teorías al respecto, y luego apropiarse de aquello que cree convenientemente para su realización.

Historia de la ética en la Edad Moderna

Una nueva y fructífera etapa de la historia de la ética adviene con la modernidad, que inicia en el Renacimiento (siglo XV) y se prolonga hasta finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. A diferencia de la ética medieval, esencialmente teocéntrica y teológica, la ética moderna se caracteriza por su antropocentrismo: la tendencia a considerar al hombre como centro de todas las manifestaciones culturales: política, arte, ciencia, moral, etc. En el Renacimiento, surge el humanismo que trata de reivindicar al hombre, concibiéndolo como ser autónomo y radical. La época moderna presenta rasgos tan decisivos (tabla 5).

Tabla 5.Generalidades de la ética en la Edad Moderna

Fuente: Elaboración propia según Escobar (2000).

Pensadores como san Agustín, en la Edad Media, en cuyas letras respira el hombre interior, el hombre angustiado ante hondos conflictos humanos; pensadores como Blas Pascal en la Edad Moderna, que puso de relieve la importancia del sentimiento sobre la razón; el corazón y no la razón es el que siente a Dios; o bien filósofos de la genialidad de Friedrich Nietzsche, que se lanza a conquistar la realidad vital del hombre. La filosofía existencialista de la Edad Contemporánea se caracteriza, entonces, por afirmar que la existencia precede a la esencia, lo que significa que el hombre empieza a existir, se encuentra, surge en el mundo, y después se define. Señala Sartre que el hombre no es definible, porque empieza por no ser nada, por lo que la existencia del hombre se va haciendo. En la ética moderna, se encuentran varios autores y postulados, como Descartes, Spinoza, Leibniz, Hegel, Schopenhauer y Kant quien trabaja la doctrina moral creada en el siglo XVIII (tabla 6).

Tabla 6.Historia de la ética en la Edad Moderna

Fuente: Elaboración propia según Suárez (2003).

En relación con éticas autónomas y heterónomas de Occidente, conlleva realizar un análisis de la autonomía y heteronomía. La heteronomía se define como el comportamiento de una persona que siempre se ha de regir por condicionamientos externos a sí misma y a su razón. Kant fue el primer filósofo en determinar el comportamiento moral según la autonomía, en total oposición a la heteronomía; se trata de fundamentar el comportamiento de las personas según una norma no impuesta desde fuera, cuyo comportamiento moral obedeciera a sus propios criterios y al buen uso de la razón.

Para Kant, la ley moral debía ser de tipo formal, “que se prestaba como un imperativo categórico, que consiste en una ley cuya validez universal se da gracias a su racionalidad. Para dicho imperativo categórico (Suárez, 2003, p. 62), Kant establece tres formulaciones:

  • Obra (actúa) de modo que la máxima que tu voluntad tenga siempre validez, al mismo tiempo, como principio de una legislación universal.

    Obra (actúa) de modo que consideres a la humanidad, tanto en la persona de todos los demás, siempre como fin y nunca como simple medio.

    Obra (actúa) de modo que la voluntad, con su máxima, pueda considerarse como legisladora universal con respecto a sí misma.

Es claro que, cuando las personas actúan por puro deber, se vuelven dignas de felicidad, lo que implica una consecuencia de la actuación y no solo la finalidad en sí misma.

Historia de la Edad Contemporánea

Se terminará este panorama de la historia de la ética con algunas de las principales corrientes contemporáneas: siglos XIX y XX. En realidad, es difícil determinar los límites cronológicos y el sentido fundamental del pensamiento contemporáneo, entre otras razones, porque es un pensamiento que aún se está gestando y desenvolviendo, y porque, estando ubicados en la atmósfera intelectual que él forma, falta la perspectiva adecuada para abarcarlo y juzgarlo cabalmente.

El estudio de la ética contemporánea que haremos se referirá a corrientes, autores, planteamientos de los siglos XIX y XX: Freud y la génesis de la conciencia moral, Scheler y la ética de los valores, la psicología moral de Piaget y la psicología moral de Kohlberg, la ética discursiva de Adela Cortina que destaca el aspecto concreto del hombre: hombre de carne y hueso (tabla 7).

Tabla 7.Historia de la ética en la Edad Contemporánea

Fuente: Elaboración propia según Camps (2002).

Desde las últimas décadas del siglo XX y hasta hoy, se ha mantenido un nuevo modelo de interpretación y de fundamentación de la moral, denominado ética dialógica. Este tipo de ética se basa en la búsqueda de consensos que permitan asumir acuerdos morales dentro de una comunidad. El planteamiento pretende ser capaz de universalizar normas para uno o más grupos humanos a través de la argumentación. Del mismo modo, propone un modelo que sirva para determinar las acciones morales válidas para los diversos pueblos y que tenga una aplicación concreta en las diferentes formas de ser de la moral.

Principales modelos de la ética moderna y contemporánea

Son innumerables los sistemas y modelos éticos elaborados a lo largo de la historia. Al estudiar diferentes modelos éticos, se amplía en el estudio de diversos filósofos, pensadores, se encontrarán planteamientos diferentes, algunos enfrentados y, quizá, se terminará por comprender la ética como un polifacético abanico de teorías sobre la moralidad en la Edad Moderna y en la Edad Contemporánea (tabla 8).

Tabla 8.Principales modelos éticos

Fuente: Elaboración propia según González (2003).

Dentro de las corrientes éticas de la Edad Contemporánea, cobra un gran interés para nuestro momento histórico la denominada ética de la liberación, que está inserta en el marco general de una filosofía de la liberación, dada en los países que han sufrido la dominación y la dependencia; es una cuestión ceñida a América que abarca donde haya opresión del hombre por el hombre.

El aspecto ético de esta corriente filosófico-ética plantea una relación de igualdad, fraternidad, solidaridad, pero rechaza los populismos, considerando que la política de liberación es aquella hegemonizada por el bloque social de los oprimidos (clase obrera, campesinos, etnias, marginales, etc.). La ética de la liberación se opone al machismo, al sometimiento de la mujer, a la concepción de la mujer como mero objeto sexual. Se trata de una revolución cultural por lo ancestral, lo propio debe rescatarse y desarrollarse dentro del marco de una cultura moderna. La ética de la liberación busca el bien ético del si-al-Otro y, por tanto, es justicia; es cumplir la justicia y respetar al Otro como otro, dejarlo ser.

Se escucha con frecuencia hablar de que vivimos una época crítica que conlleva un derrumbe o deterioro de valores y actitudes; con frecuencia se escucha de padres de familia, docentes y adultos la frase: “Los tiempos pasados fueron mejores”, que hubo un tiempo dorado como el que han soñado o recreado muchos filósofos de la historia en el que todo parecía mejor porque el ser humano no estaba contaminado por tanta maldad.

Es necesario partir del hecho de reconocer que vivimos, en efecto, una época marcada por la crisis, considerando crisis un trastorno físico que da durante una enfermedad, el cual trasladado al campo de la ética se estaría hablando de un trastorno o malestar moral en que los valores tienen nuevas valoraciones y nuevas formas de entender perdiendo la vigencia y tradición de interpretación; este cambio produce una crisis y un malestar por su nueva comprensión y las nuevas formas de vida.

Recordemos brevemente algunos ejemplos. Posterior a la muerte de Aristóteles, la cultura griega entra en un proceso de descomposición con la llamada filosofía helenístico-romana que consolida. La Edad Media significó la bancarrota de una serie de valores consagrados en la filosofía helenístico-romana como concepciones y valores que conducían a la felicidad y se consolidó el cristianismo con su asiento religioso en la Edad Media, que luego en la Edad Moderna Nietzsche planteará como la transmutación de los valores, y ahora sí era posible alcanzar la verdadera felicidad; y así época por época, en la Edad Contemporánea de guerras, revoluciones, independencias, corrientes, avances científicos y tecnológicos, se evidencian nuevas formas de pensar y concepciones de valores y del ser humano.

Los tiempos actuales requieren su interpretación, comprensión y reacomodación sin perder la esencia del ser humano. Ahora es necesario iniciar un proceso de intuición e interlocución con actores poco frecuentes: el papel de los jóvenes como actores sociales de trascendencia, las protestas juveniles, el complejo mundo de las drogas, la protesta contra la política y su participación en ella con grandes síntomas de inconformismo social, el amor y la sexualidad han traspasado las fronteras de esta humanidad y sus valores, el enorme problema de la sociedad de consumo-light: ser, poder, tener y placer, la violencia encarnada en el ser humano, entre otros problemas acentuados en la sociedad del siglo XXI en el cual nos corresponde vivir.

Conclusiones

La ética ha de ocupar un lugar preponderante en la organización del currículo, por ello, en los planes de estudio que por ley se respeta, este espacio se ha de considerar oportuno para despertar en los estudiantes su espíritu humano y social. Se han de considerar varias dificultades en el acto educativo: intensidad horaria, docentes no precisamente todos licenciados en el área, material educativo, compromiso de los estudiantes, entre otros.

El recorrido por la historia en las cuatro grandes épocas permite evidenciar el estatus epistemológico de la ética como disciplina y ciencia inmersa en el quehacer humano. En cada época de la historia, la ética se ha hecho presente según el hombre la ha requerido, por lo que ella exige su presencia o, por el contrario, se ha mantenido al margen y haciendo parte de la indiferencia.

Una nueva tarea de la ética ha especificado su papel como guardiana de la vida humana que se le ha llamado bioética y sus problemas: eutanasia, eugenia, aborto, maltrato a animales, entre otros, la cual no se aborda con especificidad en razón de la exigencia de esta y por el compromiso necesario de un fundamento investigativo que la soporte.

Referencias

Antolínez Camargo, R. y Gaona, P. F. (1994). Ética y educación: aportes a la polémica sobre los valores. Bogotá, Colombia: Magisterio.[Links]

Arango Alzate, O. A. y Meza Rueda, J. L. (2002). El discernimiento y el proyecto de vida: dinamismos para la construcción de sentidos. Bogotá, Colombia: Pontificia Universidad Javeriana.[Links]

Blanco, L. (2013). Ética integral. Bogotá, Colombia: ECOE.[Links]

Camps Cervera, M. V. (Coord.) (2002a). Historia de la ética. Vol. 1: De los griegos al Renacimiento (2.ª ed.). Barcelona, España: Crítica.[Links]

Camps Cervera, M. V. (Coord.) (2002b). Historia de la ética. Vol. 2: La ética moderna (2.ª ed.). Barcelona, España: Crítica.[Links]

Camps Cervera, M. V. (Coord.) (2002c). Historia de la ética. Vol. 3: La ética contemporánea (2.ª ed.). Barcelona, España: Crítica.[Links]

Cantú Martínez, P. C. (2010). Bioética e investigación en salud. Ciudad de México, México: Trillas.[Links]

Carreño, M. (1982). Compendio del “Manual de urbanidad y buenas maneras”. Bogotá, Colombia: Skla.[Links]

Duque, J. (2001). Proyecto de vida (3.ª ed.). Bogotá, Colombia: Panamericana.[Links]

Escobar, G. (1992). Ética: introducción a su problemática y su historia (3.ª ed.). Ciudad de México, México: McGraw-Hill.[Links]

Escobar, G. (2000). Ética: introducción a su problemática y su historia (4.ª ed.). Ciudad de México, México: McGraw-Hill.[Links]

Esper, M. (2008). Cómo educar en valores éticos. Ciudad de México, México: Trillas.[Links]

García, F. y De la Parra F. (1996). Pensemos (2.ª ed.). Bogotá, Colombia: Voluntad.[Links]

González, L. J. (2003). Ética (3.ª ed.). Bogotá, Colombia: El Búho.[Links]

Guillén Parra, M. (2005). Ética en las organizaciones: construyendo confianza.Madrid, España: Pearson Educación.[Links]

Haydon, H. (2003). Enseñar valores: un nuevo enfoque. Madrid, España: Morata.[Links]

Horta Vásquez, E. de J. y Rodríguez Gallón, V. (2006). Ética general. Bogotá, Colombia: ECOE.[Links]

Ley 115/1994, de 8 de febrero, por la cual se expide la ley general de educación.[Links]

Merchán Price, J. (2012). Ética médica: abusos y atropellos. Bogotá, Colombia: Ediciones de la U.[Links]

Michel, G. (1994). Aprende a ser tú mismo. Ciudad de México, México: Trillas.[Links]

Morales Ballesteros, H. F. (2002). Filosofía 11: aprendiendo a filosofar con competencias.Bogotá, Colombia: Paulinas.[Links]

Morales Ballesteros, H. F. (2006). Filosofía 10: aprendiendo a filosofar con competencias (2.ª ed.). Bogotá, Colombia: Paulinas.[Links]

Pardo Barrios, I. (2005). Jóvenes contrayente su proyecto de vida (2.ª ed.). Bogotá, Colombia: Magisterio.[Links]

Snoek, J. (1998). Ensayo de ética sexual (3ª. ed.). Bogotá, Colombia: San Pablo.[Links]

Soto Pineda, E. y Cárdenas, J. A. (2007). Ética en las organizaciones. Ciudad de México, México: McGraw-Hill.[Links]

Suárez, G. (2003). Filosofía I. Bogotá, Colombia: Paulinas.[Links]

Riso, W. (1990). Aprendiendo a quererse a sí mismo. Medellín, Colombia: Gráficas.[Links]

Rojas López, M. D. (2011). Ética organizacional: estrategias para el éxito. Bogotá, Colombia: Ediciones de la U.[Links]

Rozo, E. E. (Comp.) (2001). Tiempo libre, turismo y ética: compendio de las jornadas de reflexión. Bogotá, Colombia: Universidad Externado de Colombia.[Links]

Notas

*El artículo hace parte del proyecto titulado “Las tendencias pedagógicas en el proceso de enseñanza y formación sociohumanística y ética en estudiantes de una licenciatura en educación básica”, con código SGI de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, y también como parte del Objeto Virtual de Aprendizaje de Ética y Política.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-CompartirIgual 4.0 Internacional.

Reflexiones en y para la enseñanza de la historia de la ética (9)Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.

Reflexiones en y para la enseñanza de la historia de la ética (2024)
Top Articles
Latest Posts
Article information

Author: Kelle Weber

Last Updated:

Views: 5902

Rating: 4.2 / 5 (73 voted)

Reviews: 88% of readers found this page helpful

Author information

Name: Kelle Weber

Birthday: 2000-08-05

Address: 6796 Juan Square, Markfort, MN 58988

Phone: +8215934114615

Job: Hospitality Director

Hobby: tabletop games, Foreign language learning, Leather crafting, Horseback riding, Swimming, Knapping, Handball

Introduction: My name is Kelle Weber, I am a magnificent, enchanting, fair, joyous, light, determined, joyous person who loves writing and wants to share my knowledge and understanding with you.