En 1922 se produjo la primera huelga general de trabajadores; fue reprimida violentamente y desencadenó una gran masacre que marcó las páginas de la historia de los movimientos sociales en Ecuador. Un panorama sombrío, cargado de injusticia y pobreza, donde la clase trabajadora era utilizada como mano de obra barata y las clases más altas se lucraban gracias a sus condiciones laborales.
A partir de ese momento.
En Guayaquil han existido y existen algunos poetas, escritores y literatos que han causado emociones en sus lectores, sin embargo todos los guayaquileños conocen a estos personajes. Para los años 30, cierto movimiento cultural empieza a manifestarse con una fuerza notable, así es como nace el grupo “Los cinco de Guayaquil”.
Cinco jóvenes escritores, unidos por la misma ideología política y social, se unieron por sus creencias y semejanzas literarias. Este grupo escribió sobre la vida del montubio, el indio y el obrero ecuatoriano, como lo indica una de sus obras más famosas “Las cruces sobre el agua”. También fueron llamados “Cinco como un puño”, debido a su concordancia en ideales y escritura.
Las características de este grupo de escritores era el uso de la jerga popular costeña, en sus obras se reflejaba la preferencia por el ambiente rural y el mensaje de sus obras eran sobre conciencia social, expresaban sus quejas sobre la política, esto era lo que captaba al lector para analizar y estudiar sus obras y seguirán siendo estudiados eternamente, indica Walter Ordoñez especialista en literatura.
El grupo inició con tres integrantes Enrique Gil Gilbert, Joaquín Gallegos Lara y Demetrio Aguilera Malta. Este trió junta sus conocimientos y empiezan a crear cuentos del cholo y el montubio, enfatizando en sus costumbres. Tiempo después se incorporan dos escritores que ya tenían reconocimiento en Guayaquil: José de la Cuadra y Alfredo Pareja Diezcanseco, este último era únicamente novelista. Su lema era “La realidad y nada más que la realidad”.
Blanca Estrada Experta en historia guayaquileña muestra su pasión por las obras de “los cinco de Guayaquil”. Estrada comenta que la unión de los cinco escritores tuvo que ver mucho con la amistad que tenían, esta los llevó a nombrarse “Éramos cinco como un puño”; protestaban con la misma intensidad, mostraban sus puntos de vista que eran similares entre ellos; el deseo por hacer conocer la realidad en que Guayaquil se encontraba en esos años; la abundancia de escenas dramáticas y acogedoras, enamoramientos, celos y hasta supersticiones. “eran cinco personajes completos que tenían la misión de llegar a los lectores y que se sientan identificados con cada palabra escrita”, añade Estrada.
Su tendencia era el realismo social que es una crítica; el artista muestra lo real se pronuncia ante cualquier cosa. Uno de sus grandes éxitos fue la obra Los que se van, (cuento del cholo y del montubio), y fue escrito por los tres primeros personajes Joaquín Gallegos Lara, Enrique Gil Gilbert y Demetrio Aguilera Malta.
Los escritores guayaquileños se ganaron un puesto merecido en la literatura ecuatoriana, por esta razón existe un monumento en homenaje a los cinco literatos. El nombre de este hace referencia a la metáfora que los diferenciaba del resto. “La realidad y nada más que la realidad. Éramos cinco como un puño”. El monumento hecho en bronce, presenta la imagen de un puño cerrado sobre un libro abierto, rodeado de lo rostro los cinco escritores del Grupo Guayaquil. Está ubicado en el Malecón del Estero Salado entre Boulevard 9 de octubre y calle Aguirre, indica la página del municipio de Guayaquil es mi destino.
Muchos de los guayaquileños no conocen a estos escritores, tampoco tienen conocimiento sobre el monumento que existe en un lugar turístico el cual es concurrido por muchas personas diariamente. José Briones, actor guayaquileño de 24 añosesconoce sobre los cinco de Guayaquil. “Realmente no soy amante de la literaturaero sé que debería tener conocimiento para ser más culto”. Es graduado de ciencias sociales y no recuerda haber estudiado sobre estos temas. “Me siento avergonzado por no saber sobre escritores de mi ciudad, pero sinceramente no sé nada sobre esto”.
Wendy Núñez, literata firma que es normal preguntarles a los ciudadanos sobre escritores y que desconozcan el tema, ni siquiera reconocen los nombres, no se interesan por aprender sobre monumentos y la historia del país, “es lamentable que no exista un poco más de cultura, sin embargo nosotros los literatos tratamos que el porcentaje de desconocimiento disminuya”, añade Núñez.
Es importante salvar la literatura ecuatoriana, reconocer a los escritores que han aportado arte al país en general. Los cinco de Guayaquil son un ejemplo de cultura y amor por la realidad de una ciudad que vivía duros momentos en otras épocas, la cual fue llevada a grandes obras que merecen ser conocidas por los ecuatorianos.
