El libro de Habacuc es uno con el cual podemos identificarnos fácilmente. Las preocupaciones y sufrimientos del profeta son parte del día a día de todos los cristianos.
El profeta se queja porque los impíos prosperan, mientras que los justos tenemos que sufrir en este mundo. Y expresa delante de Dios cómo se siente, y ruega a Dios que haga algo frente a tal situación. En ese sentido, el libro de Habacuc expone lo que cada uno de nosotros tiene en su corazón cuando padecemos injustamente en este mundo, mientras vemos que les va mejor a los que aborrecen a Dios.
Habacuc explicación: contexto histórico
Habacuc se desarrolla un poco antes del exilio babilónico. De hecho, podría decirse que el profeta pudo ver con sus propios ojos la invasión de Juda por parte de los Babilonios. En Habacuc 2:5-6, el profeta profetiza la conquista de Babilonia. Y luego, en Habacuc 1:15-17, se queja de la maldad con la que los babilonios arrasaban con Judá. El profeta estaba viendo de cerca la destrucción de Judá por los Caldeos.
En ese sentido, Habacuc es contemporáneo con Nahúm y Sofonías, pero especialmente con Jeremías. Porque Jeremías fue un profeta que predijo la destrucción de Babilonia, advirtió al pueblo, pero tristemente vio cómo los judíos eran llevados encadenados a Babilonia.
En este sentido, Habacuc era un profeta muy parecido a Jeremías. El mismo llora y se entristece al ver la maldad del pueblo, y cómo los justos son castigados injustamente. Es por eso que el libro de Jeremías es perfecto para entender mejor el contexto histórico de Habacuc, y familiarizarnos mucho más con sus quejas.
Ahora, el contexto cultural que Habacuc describe es deplorable. En sus propias palabras, la violencia y las peleas dominan al pueblo de Dios. Esa violencia es resultado de la impiedad de muchos judíos (Hab. 1:3-4). La violencia es la mayor demostración de que un pueblo es impío. De allí que Babilonia sea descrito como más violento que los judíos, porque eran mucho más impíos.
De modo que el pueblo de Israel se encuentra en total oposición a la ley de Dios. A donde quiera que el profeta mire, las personas tergiversan, quebrantan y se oponen a los mandamientos de Dios. Son completamente idólatras, mentirosos, estafadores, adúlteros, etc.
La maldad era tan abundante en Judá, que Habacuc sólo puede notar que los malos prosperan, mientras que los justos sufren. Y no sólo es que los malos prosperan, sino que lo hacen oprimiendo y asediando a los hombres que verdaderamente aman a Dios (Hab. 1:4). Esto es lo que da pie a las quejas de Habacuc.
Estilo literario del libro de Habacuc
El estilo literario de Habacuc es profético. Claramente, hay diversas profecías en todo el libro. En cada capítulo, de hecho, hay una profecía de parte del Señor.
Ahora, también tenemos que tomar en cuenta que los libros de la Biblia no tienen un genero literario único. Tiene uno que mayormente predomina, como en este caso, el profético. Pero, el libro de Habacuc, también tiene lamentaciones, y un cántico en el capítulo 3.
En los primeros dos capítulos, encontramos la queja de Habacuc hacia Dios. Es una oración, pero una oración de lamento. Y en el capítulo 3, el profeta da una alabanza a Dios.
Estructura del libro de Habacuc
La estructura es la siguiente:
- Primera queja (1:1-4).
a. Primera respuesta de Dios (verss. 5-11). - Segunda queja (1:12-2:1).
a. Segunda respuesta de Dios (2:1-5). - Los 5 Ayes contra la nación impía (2:6-20).
- Salmo de Confianza (3:1-19).
a. El Guerrero Divino aparece (1-15).
b. La confianza del profeta (15-19).
¿Quién fue Habacuc de la Biblia?
Muy poco sabemos sobre el profeta. Habacuc 1:1 simplemente nos dice que era un profeta, y no es vuelto a mencionar en toda la Escritura. Además, sabemos que posiblemente pertenecía a alguna tribu del reino del Sur, porque para ese tiempo el reino del Norte había sido llevado en cautiverio.
Por otro lado, el profeta Habacuc se demuestra como un hombre piadoso y conocedor de Dios. Las quejas de Habacuc no son unas quejas de un corazón impío que aborrece a Dios. Es lo contrario.
Las quejas de Habacuc surgen de un hombre que conoce a Dios verdaderamente, y le ama con mucho celo. Para el profeta, el modo de actuar de Dios ante la injusticia no concuerda con lo que Él sabe sobre Dios. Su queja es pidiendo que Dios actúe cómo claramente lo enseña su Palabra.
Habacuc es completamente sincero con Dios. Lo ama con todo su corazón, ama a los justos y aborrece completamente el mal.No obstante, a medida que Dios le responde el profeta, este sufre una evolución, un crecimiento en su carácter. Su fe es fortalecida y entiende el modo de actuar de Dios. De modo que, en el capítulo 3, el profeta alaba a Dios por cómo actúa.
Esa transformación de la incredulidad a la fe, de la queja a la alabanza, es la que Dios quiere obrar en nosotros.
Mensaje teológico del libro de Habacuc
En el libro de Habacuc se encuentra diferentes mensajes teológicos de vital importancia:
La justicia de Dios
El asunto que encara de lleno el libro es cómo Dios lleva a cabo su justicia.
- ¿Por qué Dios no castiga rápidamente a los impíos?
- ¿Por qué Dios deja sufrir a los justos?
- ¿Por qué Dios hace prosperar a los malvados por encima de los buenos?
- ¿Por qué Dios tiene que castigar a los hombres malos con hombres más malos, a costa del sufrimiento del justo?
A través de todo el libro, Dios va respondiendo cómo es que lleva a cabo su justicia, enseñándonos qué:
- Los malos serán castigados en este mundo.
- Los justos tendrán que sufrir en este mundo.
- Los malos recibirán su completo castigo algún día.
- Los justos serán salvos, a pesar de que sufran en este mundo.
En ese sentido, Habacuc es muy parecido al libro de Job.
La soberanía de Dios
En relación con lo anterior, el libro también toca la soberanía de Dios. Y nos muestra que el Señor es un Dios que hace las cosas como Él quiere y en el tiempo que Él quiere. Él tiene el control de todo, y nada se escapa de sus manos.
- Él responde a nuestra oración en su tiempo, y no en el nuestro.
- Él castiga a los judíos, como Él quiere, no como nosotros queremos.
- Él tiene el control sobre los babilonios, a pesar de los malvados que eran.
- Él castigará a todos los impíos en el momento que ha determinado.
- Y algún día salvará completa a los justos.
Habacuc es un excelente libro para aprender a confiar en Dios, cuando las cosas en nuestras vidas parecen no tener sentido.
La fe
Por último,pero no menos importante, es el tema de la fe, tal como lo dice Habacuc 2:4: El justo vivirá por fe. Vive aprendiendo a confiar en cómo Dios ejecuta soberanamente su justicia, tanto en el mundo, como en ellos.
Perspectiva novotestamentaria
Habacuc nos da los fundamentos para la justificación por la fe en Jesucristo, enseñada en el Nuevo Testamento. Pablo cita Habacuc 2:4 dos veces hablando sobre este tema (Rom. 1:7; Gál. 3:11).
El concepto de que Dios castiga la maldad a través de más maldad, mientras que el justo sufre, es claramente enseñado en Jesucristo. Jesús sufre injustamente en manos de un pueblo impío, para castigar nuestra maldad en Él. Haciendo eso, Jesús nos da justicia delante de Dios.
Además, el Nuevo Testamento nos enseña que esta justicia de Dios se recibe por fe. El justo no es aquel que “obra bien”, sino el que cree en Jesús, tal como enseña Habacuc.
Y todos los que no creen en Cristo, serán castigados por Dios, en el juicio final.
Conclusión
Este definitivamente es un libro que nos enseña andar por fe en toda nuestra vida, descansando en que Dios tiene el control de todo. Pido a Dios que este libro fortalezca nuestra fe, para que sepamos enfrentar con gozo y alabanza cualquier adversidad.